viernes, 27 de febrero de 2015

Lee la conmovedora carta de un hombre con alzheimer.


Cartel del concurso“Amor y Alzheimer, dos palabras que nunca deberían separarse”
AU
El periodista Jesús Espada ha sido el ganador del III Concurso de Cartas de Amor de Cobisa (Toledo) con una emocionante carta escrita a mano que tiene como telón de fondo el pulso que un matrimonio anciano mantiene día a día contra el alzheimer. Seguro que después de leerla también se te encogerá un poco el corazón.
El periodista de Radio Castilla-La Mancha Jesús Espada ha ganado un concurso literario dejándonos al borde de las lágrimas. Lo ha hecho con una carta de amor, en mayúsculas, en la que se mete en la piel de un hombre con alzheimer e imagina lo que le escribiría a su mujer en un momento de lucidez, agradeciéndole lo mucho que le cuida y su empeño en “hacerle feliz, a pesar de todo”. Una carta que nos entristece pero que nos alegra también pues nos recuerda a aquellas parejas capaces de quererse toda su vida (seguro que en nuestra familia encontramos ejemplos) o a aquellas grandes historias de amor, como la reciente película de Michael Haneke que trataba este mismo tema y se titulaba, precisamente, Amor.

Cartel del concurso
Esta es la transcripción de la carta:

“Querida Julia: Te escribo ahora, mientras duermes, por si mañana ya no fuera yo el que amanece a tu lado. En estos viajes de ida y vuelta cada vez paso más tiempo al otro lado y en uno de ellos, ¿quién sabe?, temo que ya no habrá regreso.
Por si mañana ya no soy capaz de entender esto que me ocurre. Por si mañana ya no puedo decirte cómo admiro y valoro tu entereza, este empeño tuyo por estar a mi lado, tratando de hacerme feliz a pesar de todo, como siempre.
Por si mañana ya no fuera consciente de lo que haces. Cuando colocas papelitos en cada puerta para que no confunda la cocina con el baño; cuando consigues que acabemos riéndonos después de ponerme los zapatos sin calcetines; cuando te empeñas en mantener viva la conversación aunque yo me pierda en cada frase; cuando te acercas disimuladamente y me susurras al oído el nombre de uno de nuestros nietos; cuando respondes con ternura a estos arranques míos de ira que me asaltan, como si algo en mi interior se rebelase contra este destino que me atrapa.
Por esas y por tantas cosas. Por si mañana no recuerdo tu nombre, o el mío.
Por si mañana ya no pudiera darte las gracias. Por si mañana, Julia, no fuera capaz de decirte, aunque sea una última vez, que te quiero.
Tuyo siempre.”
T.A.M.R.
© Jesús Espada Triguero
http://www.alzheimeruniversal.eu/2014/07/25/lee-la-conmovedora-carta-de-un-hombre-con-alzheimer/

jueves, 26 de febrero de 2015

El riesgo de párkinson y alzhéimer se “lee” en la piel


El riesgo de párkinson y alzhéimer se “lee” en la piel
Publicado por Pilar Quijada el 25 de feb de 2015 – Cosas del Cerebro
La proteínas que forman agregados en el cerebro de las personas que tienen párkinson o alzhéimer están presentes también en la piel y pueden detectarse con una biopsia, según una investigación que se presentado en la reunión anual de la Academia Americana de Neurología. No en vano piel y cerebro tienen el mismo origen embrionario. Este hallazgo puede proporcionar un marcador potencial para el diagnóstico precoz de estas dos patologías, las más frecuentes dentro de la neurodegenerativas.
Una de las marcas características de las enfermedades neurodegenerativas es la presencia de proteínas anómalas (con una estructura tridimensional inadecuada) que se “pegan” entre sí formando acúmulos en diferentes zonas del cerebro. En la enfermedad de Parkinson es la alfa-sinnucleina, y en la de Azheimer, la beta-amiloide. Estas proteínas mal plegadas provocan un funcionamiento inadecuado de las neuronas y finalmente su muerte.
El diagnóstico de las patologías neurodegerantivas no es fácil, debido a la ausencia de marcadores que permitan confirmar la enfermedad. En el caso del párkinson, por ejemplo, puede haber dudas con otras en las que además de temblor, rigidez y dificultad de movimiento hay otros síntomas añadidos. Estas patologías se conocen como parkinsonismos atípicos, y comprenden, entre otras, la atrofia multisistémica, degeneración córticobasal, parálisis supranuclear progresiva, demencia por cuerpos de Lewy y parkinsonismos secundarios. Y en el alzhéimer, el diagnóstico sólo puede confirmarse por examen de muestras de tejido cerebral post-mortem.
Esas incertidumbres podrían resolverse mediante una simple biopsia en la piel, según el trabajo presentado en la reunión anual de la Academia Americana de Neurología, que muestra una proteína común a ambas patologías, alzhéimer y párkinson, puede detectarse en la Piel. La investigación la han llevado a cabo en la Universidad de San Luis de Potosí, en México.
Hasta ahora, la confirmación patológica no era posible sin una biopsia del cerebro, por lo que estas enfermedades suelen pasar desapercibidos hasta que la enfermedad progresa” y hay ya un considerable daño en el cerebro, explica el doctor Ildefonso Rodríguez-Leyva, que ha liderado la investigación. Como la piel y el tejido cerebral tienen el mismo origen embrionario, los investigadores pensaron que deberían mostrar las mismas proteínas anómalas que caracterizan cada patología.
Para el estudio, los investigadores tomaron biopsias de piel de 20 personas con alzhéimer, 16 con párkinson, 17 con demencia causada por otras enfermedades y de 12 personas sanas de la misma edad (grupo control). Después miraron si en esas muestras se encontraban las proteínas alteradas características de esa enfermedad.
Y efectivamente, en comparación con los pacientes sanos y aquellos con demencia causada por otras condiciones, los que tenían tanto alzhéimer como párkinson mostraban niveles siete veces más altos de la proteína tau que el grupo control. Además, las personas con párkinson tenían ocho veces más alto nivel de la alfa-sinucleína que el grupo control sano.
Esquema que muestra el desplazamiento de una vesícula sináptica hacia la sinapsis, para transmitir mensajes
Esquema que muestra el desplazamiento de una vesícula sináptica hacia la sinapsis, para transmitir mensajes
Una versión anómala de la proteína tau está presente varias enfermedades neurodegenerativas. Tau pertenece a la familia de proteínas asociadas a microtúbulos, unas estructuras en forma tubo que dan estabilidad adicional al citoesqueleto neuronal, formando una especie de andamiaje. Además son fundamentales para el transporte de neurotransmisores y otras moléculas en las neuronas. Cuando la proteína tau se modifica no puede ya unir a los microtúbulos y las células nerviosas pierden su andamiaje interno y queda interrumpido el transporte, con lo que la transmisión de impulsos nerviosos también se deteriora.
El grupo de Rodríguez-Leyva ya había comprobado el año pasado que la expresión de la alfa-sinucleina en las muestra de piel era relativamente alta en pacientes con párkinson, escasa en los parkinsnonismos atípicos y casi nula en las personas sanas. Partían del hallazgo de esta proteína en las terminaciones nerviosas del corazón, tracto digestivo y piel, lo que hace pensar que el párkinson es una patología sistémica. Con todos estos datos se propusieron comprobar si sería fácil detectarla en una biopsia de piel, pero esta vez incluyeron también a pacientes con alzhéimer.
“Esta nueva prueba ofrece un biomarcador potencial que puede permitir a los médicos identificar y diagnosticar estas enfermedades de forma precoz“, opina Rodríguez-Leyva. Aunque se muestra cauto y destaca que habrá que realizar más ensayos para confirmar su hallazgo.
En España, unas 150.000 personas padecen la enfermedad de Parkinson, la segunda patología neurodegenerativa en número de afectados, después del alzhéimer. Cada año se detectan en España 10.000 nuevos casos, 1.500 en menores de 45 años, según datos de la Sociedad Española de Neurología(SEN). Cuando los síntomas se detectan, han muerto ya gran parte de las neuronas implicadas en el movimiento.
Igual ocurre en el Alzhéimer, que afecta en España a unas 600.000 personas y sólo se detectan un 20% de los casos en estadíos leves, según la SEN. En la mayoría de los casos, cuando se consulta por los síntomas de memoria, el hipocampo, el responsable de esta función, tiene ya lesiones irreversibles.
De ahí que la detección precoz sea fundamental en estas y otras enfermedades neurodegenerativas, y que la búsqueda de marcadores biológicos que la hagan posible sea una prioridad.
Vista superior. (A, B) Cerebro de un paciente con  enfermedad de Parkinson.  A: los agregados de alfa-sinucleína, denominados cuerpos de Lewy, en rojo. En B los cuerpos de Lewy se señalan con la flecha. Abajo, en muestras de piel. (C) los agregados α-sinucleína  en células espinosas  de la piel (flechas). En D, lo mismo en un folículo piloso emergente a través de la epidermis.
Vista superior. (A, B) Cerebro de un paciente con enfermedad de Parkinson. A: los agregados de alfa-sinucleína, denominados cuerpos de Lewy, en rojo. En B los cuerpos de Lewy se señalan con la flecha. Abajo, en muestras de piel. (C) los agregados α-sinucleína en células espinosas de la piel (flechas). En D, lo mismo en un folículo piloso emergente a través de la epidermis.

Pruebas de piel arrojan nueva luz sobre las enfermedades de Alzheimer y Parkinson


Fuente: ScienceDaily 
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http://www.elciudadano.cl/2015/02/25/149272/pruebas-de-piel-arrojan-nueva-luz-sobre-las-enfermedades-de-alzheimer-y-parkinson/

viernes, 6 de febrero de 2015

Cuando los padres se enferman


    http://www.pildorasdefe.net/post/familia/IHS.php?id2=Cuando-los-padres-se-enferman
El abandono de los enfermos y los ancianos se ha vuelto algo muy común. Es muy triste la soledad en la enfermedad y la vejez
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Recuerdo, cuando estaba en primaria, que el maestro de ciencias naturales nos enseñaba que los seres humanos nacían, crecían, se reproducían y morían. A eso lo llamaban el ciclo de la vida. Lo explicaban de manera muy sencilla, y me acuerdo que copiábamos en el cuaderno una especie de esquema con flechas de colores, que luego memorizábamos porque esa iba a ser una pregunta fija en el examen mensual. No sé durante cuántos años nos repitieron esa enseñanza.
Lo cierto es que en ese esquema faltaba algo. Por ejemplo, entre nacer, crecer, reproducirse y morir hay etapas muy importantes por las que pasamos todos como enfermar y envejecer. Eso luego lo aprende uno por experiencia propia en la familia. Primero con los bisabuelos, luego con los abuelos y después con los padres, si es que tenemos la bendición que nuestros hijos no se enfermen de manera grave siendo pequeños.
El hecho es que la enfermedad y la vejez son una realidad que a todos nos va a tocar y llegar, más tarde o más temprano. Una realidad que debemos estar preparados para afrontar. Pienso que ese es un tema que de vez en cuando debemos conversar con los hijos, nietos, tíos, primos, amigos, etc., porque de esa manera uno llega a plantearse una posibilidad de futuro que va a requerir sacrificio de nuestra parte, tiempo, esfuerzo y un trabajo adicional que a lo mejor no lo habíamos incluido en nuestros planes.
Y saber, sobre todo en este mundo donde se valora tanto la salud y la apariencia, que en cualquier momento podemos enfrentar una enfermedad que no la esperábamos. Una enfermedad que nos puede cambiar la vida, al enfermo y a la familia, de la noche a la mañana. He sabido de varios casos en personas que estaban completamente sanas, y relativamente jóvenes, que de repente sufren un derrame cerebral, o se les desarrolla un trastorno bipolar, mal de Alzheimer, cáncer, etc.
Eso es algo muy fuerte, pero cuando uno vive consciente que a cualquiera de nosotros (o de nuestros padres o abuelos) nos puede tocar, uno se va preparando psicológicamente (y hasta físicamente, incluyendo el tema de dónde van a vivir los padres, etc.) para afrontar esa situación de la mejor manera.
Ustedes me dirán: pero, ¿por qué hablar de algo que es tan elemental en estos momentos? Porque lamentablemente el tema del abandono de los enfermos y los ancianos se ha vuelto algo muy común. Estamos viviendo en un mundo tan agitado que el pensar en dedicar parte de nuestro tiempo a cuidar a nuestros padres o abuelos es algo que “no cabe en el esquema”. Y es que en esta sociedad de carrera desenfrenada por hacer dinero, por viajar, etc., muchas veces dejamos a nuestros enfermos o ancianos solos.
Hace unas semanas mis dos hijas pequeñas (con un grupo de amigas) fueron a un ancianato que hay aquí en Caracas y ellas me contaban que quienes cuidaban a los viejitos les dijeron que ellos recibían muy pocas visitas. Cuando mis hijas se fueron los viejitos les decían: “vuelvan pronto, vuelvan pronto”.
El tema de la soledad de los enfermos y ancianos es algo muy fuerte. Es tan así que la intención universal del apostolado de la oración del Santo Padre para este mes de noviembre es: ”Para que las personas que sufren la soledad sientan la cercanía de Dios y el apoyo de los hermanos”. Es muy triste la soledad en la enfermedad y en la vejez. Y es que en esta época ser viejo o ser enfermo es como un estorbo. ¡Qué cosa tan triste!
Todos sabemos que es muy duro cuidar a una persona enferma o mayor, y más si ya no tiene cabeza para hilar bien las ideas. Pero no tiene precio, ¡de verdad!, sentarte con tu viejito o tu viejita a acariciarle la mano o la cabeza, a cantarle alguna canción, a echarle bromas, a darle muchos besitos… La sonrisa que sale de esa boca cuando les damos muestras de cariño vale más que mil palabras, esas que tu viejito o viejita te quieren decir y que no pueden.
No hay cosa más rica que consentirlos, darles su comida predilecta, bañarlos, vestirlos, peinarlos y ponerles su colonia preferida. ¡Sí!, aquella colonia que fue uno de los primeros olores que registró nuestro cerebro cuando estábamos chiquitos. Esa colonia que nos trae tantos recuerdos, recuerdos de aquellas ocasiones especiales (cumpleaños, Navidad, etc.) cuando nos preparaban nuestros platos preferidos o nos traían un regalo especial. O cuando salíamos al parque y nos enseñaban las calles, el Ávila, y nos echaban los cuentos de su época.
También para ellos es un gran regalo que estemos pendientes de sus medicinas, de llevarles un sacerdote para que les dé su comunión y en el momento que consideremos oportuno la unción de los enfermos.
¡Que Dios bendiga a todos nuestros enfermos y ancianos! ¡Que nunca los dejemos solos, porque necesitan nuestro amor! ¡Que nuestras familias enseñen a sus hijos y a sus nietos el gran tesoro que pueden encontrar a través de la vejez y de la enfermedad! ¡Que nuestras familias sean verdaderos hogares de amor y ternura para esas personas tan especiales! Y recordemos siempre que normalmente los hijos nos cuidarán como nosotros cuidamos a nuestros padres.

Autor: MaDenisse Fanianos de Capriles 

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