jueves, 3 de diciembre de 2015

PASADOS LOS CINCUENTA AÑOS

Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando con Catalina Baetriz Carbonell y 46 personas más.
Pasados los 50 años de vida, he aprendido que:
El tiempo pasa.
La vida continúa.
La distancia separa.
Los hijos dejan de ser niños y se independizan y a los padres
se les parte el corazón pero .... es la vida
Los empleos van y vienen.
Las ilusiones, los deseos, la atracción, el sexo ..... se debilitan.
Las personas no son todas como creíste.
Los padres se mueren.
El llanto rompe mucho más fácil.
Los conocidos olvidan los favores.
Las carreras terminan.
La vejez se aproxima no tan lentamente.
Pero .............. los verdaderos amigos siempre están ahí, no importa a cuántos kilómetros se encuentren o cuánto hace que no se ven, nunca están más distantes que el alcance de tu necesidad, con los brazos abiertos y bendiciendo tu vida.
Ama a tus padres, cría a tus hijos, pero no pierdas a tus amigos, quiérelos, cuídalos y charla con ellos sin tener como propósito, imponer tus criterios.
Remite este texto a todos los amigos que ayudan a dar sentido a tu vida...
-HV.