miércoles, 8 de febrero de 2012

envejecimiento de la población y escasez de recursos


La doble problemática que amenaza al mundo: envejecimiento de la población y escasez de recursos


[SdeT] El rápido crecimiento de la tecnología y de la medicina ha hecho crecer a la población mundial y mejorar su nivel de vida, aunque de manera desigual entre las zonas.
Sin embargo en este devenir, dentro de 20 años la demanda de alimentos aumentará 50%, la de energía 45% y la de agua 30%, pero el lastre de ineficiencias de subsidios, especulaciones financieras y destrucción del medio ambiente, hacen difícil cumplir con la demanda. No obstante la ONU está empeñada en mejorar estos puntos y está en campaña.
Pero hay problema sordo, muy grande, que pocos ven porque se oculta dentro de las impresionistas cifras del crecimiento de la población mundial. Y es que la inmensa mayoría de los países están bajando su tasa de natalidad, a niveles que no pueden reponer su población actual, incluso países de demografía tan explosiva como China y medio oriente.
El primer exponente en sufrir esta crisis es Japón, que está perdiendo 1 millón de sus habitantes por año, y que será para todos nosotros un laboratorio sobre cómo solucionar los problemas de seguridad social, de fuerza de trabajo, salud, innovación, pujanza, y todas las demás dificultades que conlleva la decadencia poblacional.
Lamentablemente, la ONU, “cabeza de playa” del Nuevo Orden Mundial, no difunde que ya pararon las altas tasas de natalidad, por el contrario, y apuesta a profundizar esta crisis a través de su agenda de población (anticoncepción, aborto, políticas de género, agenda homosexual, etc..); se sienten más seguros con una población mundial pequeña, donde las grandes masas de desposeídos no podrán crearles conflicto.

JAPÓN PIERDE UN MILLON DE PERSONAS AL AÑO

La hasta hace poco economía más fuerte de Asia, se está reduciendo, su población disminuye en un millón al año. Se estima que Japón tendrá una población de 87 millones para el año 2060, exponiendo a dura prueba sus sistemas de seguridad social y fiscales, entre otros.
La población de Japón seguirá perdiendo un millón de personas cada año en las próximas décadas, dicen los expertos. Por eso, Japón necesita reformar urgentemente su sistema de seguridad social y fiscal para reflejar el cambio demográfico.
En 2060, el número de personas mayores de 65 años casi se duplicará a 40 por ciento, mientras que la fuerza de trabajo de personas de entre 15 y 65 se reducirá a la mitad de la población total.
El estudio del Instituto Nacional de Investigación de la Población y Seguridad Social reporta que la tasa global de fecundidad, o sea el número esperado de hijos por mujer durante su vida, se estima que será 1,35 en 2060, frente a 1,39 en 2010. Esa cifra está muy por debajo del 2,1 necesaria para mantener la población del país sin descenso.
Sin embargo, el japonés medio seguirá viviendo más tiempo. La esperanza de vida promedio para el 2060 se estima en 90,93 años para las mujeres, frente a 86,39 en 2010, y 84,19 años para los hombres, frente a los 79,64 años en 2010.
“La tendencia al envejecimiento de la sociedad continuará y es difícil esperar que la tasa de natalidad aumente de forma considerable”, dijo el secretario jefe del gabinete Osamu Fujimura en una conferencia de prensa. “Por lo tanto, se necesita una reforma en la seguridad social y en los impuestos”
El primer ministro, Yoshihiko Noda, esta prometiendo impulsar la seguridad social y las reformas fiscales este año. Dice que presentará un proyecto de ley a finales de marzo para aumentar los impuestos sobre las ventas en dos etapas, a ocho por ciento en el 2014 y el 10 por ciento en 2015, aunque legisladores de la oposición y la opinión pública le plantean problemas para su aprobación.
“Los programas de pensiones, de empleo y la política laboral, y el sistema de seguridad social en este país no están diseñados para reflejar esa rápida disminución de la población o envejecimiento”, Noriko Tsuya, un experto en demografía en la Universidad de Keio, dice. “El Gobierno debe revisar urgentemente el sistema y poner en práctica nuevas medidas basadas en esta estimación.”

INQUIETANTES PREDICCIONES PARA 2030

En 2030, la demanda global de alimentos habrá aumentado un 50%, la de energía un 45% y la de agua un 30%. La gran pregunta es cómo responderá la economía mundial a estas exigencias sin precedentes en la historia de la humanidad.
Ésa es la meta clave que debe concentrar desde ya la mente y la energía de gobiernos y organismos internacionales, según un informe divulgado este lunes por el Panel de Alto Nivel sobre Sostenibilidad Global de la ONU.
El panel señala que los actuales patrones de consumo, fundamentalmente en Occidente, no son sostenibles y es hora de cambiar la dirección de la economía.
La salud y la educación deben mejorar, los subsidios a los combustibles fósiles deben cesar y los gobiernos deben considerar otros indicadores económicos, además del Producto Bruto Interno, advierte el panel.
El actual modelo económico, “nos está empujando en forma inexorable hacia los límites de los recursos naturales y de los sistemas ecológicos que hacen posible la vida a nivel planetario”, señala el informe.
El panel recomienda más de 50 medidas que deben ponerse en práctica y advierte que la actual crisis financiera “fue causada en parte por reglas de mercado que alientan la mentalidad cortoplacista y no premian las inversiones sostenibles”.
Uno de los temas centrales del informe es la necesidad de mejorar los niveles de equidad. El documento señala que si bien los índices de pobreza a nivel global han disminuido, tanto el número de personas con hambre como la desigualdad en la distribución de la riqueza han aumentado.
El acceso a agua potable ha mejorado, pero al menos 2.600 millones de personas en el mundo carecen de sistemas de sanidad aceptables.
La ONU estima que los gobiernos gastan a nivel global más de US$ 400 mil millones cada año en subsidiar los combustibles fósiles. Y estima quesólo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, destina un monto similar a subsidios agrícolas.
El panel señala que deben establecerse nuevas metas para el acceso universal a la energía sostenible para 2030 y a internet de banda ancha en 2025.
Los gobiernos deberían trabajar con organizaciones internacionales para crear una “revolución perenne”, que al menos duplique la productividad reduciendo el uso de recursos y evitando más pérdidas en biodiversidad, indicó el reporte.
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