lunes, 9 de abril de 2012

Historia y significados de la Pascua



 La Pascua es la Fiesta anual que conmemora la resurrección de Jesucristo, y la fiesta principal del año cristiano.
Con el miércoles de ceniza comienza los 40 días de penitencia de la estación de Cuaresma,  y termina a la medianoche del Sábado Santo, el día anterior a Domingo de “Pascua” o Domingo de Resurreccion
La Semana Santa comienza el Domingo de Ramos; incluye Jueves Santo que es el dia en que se conmemora la Institucion de la Eucaristia; el Viernes Santo que es el día que se conmemora la Pasion y Crucifixión y termina con el Sábado Santo, Sabado de Gloria de pureza.
La Octava de “Pascua”  se extiende desde el Domingo de “Pascua” (Domingo de Resurrecion)  hasta el domingo siguiente. Durante la Octava de “Pascua” en los primeros tiempos cristianos, los recién bautizados llevaban ropas blancas, que era el color litúrgico de “Pascua”, que significaban luz, pureza y gozo.
TRADICIÓN PRE-CRISTIANA
La “Pascua”, es una fiesta cristiana, que encarna muchas tradiciones pre-cristianas. El origen de su nombre es desconocido. Los eruditos, sin embargo, aceptando la derivación propuesta por el erudito inglés del siglo octavo, San Bede, creen que proviene de Eastre, el nombre anglosajón para el dios teutónico de la primavera y la fertilidad, a quien estaba dedicado el mes de Abril. Su fiesta se celebraba el día del equinoccio de invierno; las tradiciones asociadas con la fiesta sobreviven en el conejillo de “Pascua”, un símbolo de la fertilidad, con los coloridos huevos de “Pascua”, pintados originalmente con colores vivos para representar la luz del sol de la primavera, y usados en los concursos rodantes del huevo de “Pascua”, o dados como regalos.
Una leyenda griega habla del regreso de Perséfone, hija de Deméter, diosa de la tierra, de los infiernos a la luz del día; su retorno simbolizaba para los griegos antiguos la resurrección de la vida en la primavera después de la desolación del invierno.
Los Frigios creían que su poderosa deidad se iba a dormir durante el solsticio de invierno, y llevaban a cabo ceremonias con música y danza en el equinoccio de primavera para despertarle.
La fiesta cristiana de la “Pascua” probablemente encarna un número de tradiciones convergentes; la mayoría de los eruditos hacen énfasis en la relación original de la “Pascua” a la fiesta judía de Pascua, o Pésah, (la palabra griega pascha, en castellano pascua, es traducción del arameo phasha y del hebreo pesah).
LA FIESTA DE LA PASCUA VINCULA EL ANTIGUO Y EL NUEVO TESTAMENTO
Hay una continuidad histórica y religiosa entre La Pascua judía y la cristiana ya que Cristo murió el primer día de la fiesta judía de la Pascua, que celebra la liberación por mano de Dios del pueblo judío de la esclavitud de Egipto. (el paso de Israel por el Mar Rojo)
Tiene además un profundo simbolismo ya que la muerte de Jesucristo cumple la Antigua Ley,  Cristo, es inmolado el mismo día de la pascua judía, en que se inmolaban los corderos en el templo. Jesús es el Cordero Pascual que nos libera del pecado. Por eso nuestra pascua, como la judía recuerda el paso de Israel por el Mar Rojo
LA PASCUA JUDÍA
Las fiestas principales judías eran Pascua, Pentecostés y Tabernáculos, cuya celebración se basaba en acontecimientos anualmente esperados por agricultores y ganaderos, relacionados desde siempre con Dios y, más tarde, con algunos hechos salvíficos históricos.
De estas tres fiestas, la de la Pascua era la más antigua e importante de Israel. Recordemos que la palabra griega pascha (en castellano pascua) es traducción del arameo phasha y del hebreo pesah, que significan «paso» o «tránsito». Así se emplea en el evangelio de San Juan (13,1): «Habiendo llegado la hora de pasar de este mundo al Padre…». Naturalmente, el «paso» pascual significado no es cambio de lugar, sino transformación de existencia. Es existir de un modo nuevo.
La noche pascual tuvo su origen en la luna llena de primavera, momento en que los pastores se despedían con una comida (cordero, hierbas amargas, pan ázimo), dispuestos a cambiar de lugar de pastos (vestido ceñido, sandalias y bastón). Precisamente cuando los judíos preparaban sus panes ázimos para ofrecerlos a Yahvé, tuvo lugar el paso del ángel del Señor para salvar a su pueblo de la esclavitud de Egipto.
El rito fundamental de la Pascua era la cena en familia o en fraternidad, a base de cordero (signo de la compasión de Dios), pan ázimo (miseria sufrida), hierbas amargas (esclavitud) y salsa roja (trabajos forzados en Egipto). Se conmemoraba la liberación de la servidumbre de Egipto, la alegría por la libertad adquirida y la espera de la venida salvadora del Mesías.
 LA PASCUA DE CRISTO
La palabra «pascua», en el Nuevo Testamento, equivale a la fiesta de la Pascua o de los Azimos, a la cena pascual y al cordero pascual. La pasión de Jesús se desarrolla en un contexto pascual, ya que en ese tiempo tuvo lugar la última cena de Jesús, su prendimiento, su interrogatorio y su condena.
Según San Juan, todos estos acontecimientos tuvieron lugar veinticuatro horas antes (Jn 18,28; 19,14), ya que Jesús murió cuando se degollaban los corderos de Pascua, Los sinópticos ponen de relieve que la última cena es la Pascua nueva. Juan acentúa que Jesús es el nuevo cordero.
Los cuatro relatos evangélicos coinciden en señalar lo que Jesús hizo y difieren en precisar lo que dijo. Jesús se compara a sí mismo con el pan (cuerpo) y el vino (sangre). Según la antropología semita, el hombre es «carne»; la sangre era para los hebreos «sustancia de la vida». El término «cuerpo», en contraste con «espíritu», se emplea para referirse a toda la persona. Está en conexión con el pan; la sangre apunta a la muerte violenta.
Los dos gestos judíos de Jesús en la última cena pascual manifiestan el relieve eucarístico de la Pascua cristiana. Hay una bendición sobre el pan y la copa; se ofrece el pan partido y la copa de vino, y se acompaña esta entrega con palabras significativas y eficaces. Uno de estos gestos, el de la fracción del pan, dará nombre a la eucaristía, denominada por Pablo «Cena del Señor».
 LA ESTRUCTURA DE LA PASCUA CRISTIANA
La razón de la importancia cristiana de la Pascua es obvia: la fe cristiana es fe en la muerte y resurrección del Señor, o Pascua de Cristo; por consiguiente, el misterio pascual es el centro del cristianismo, de la Iglesia, de la acción pastoral y de la vida espiritual cristiana. Por estas razones decimos que el bautismo es sacramento de la fe o de la Pascua, y la eucaristía memorial pascual.
El Vaticano II ha revalorizado el sentido pascual del cristianismo. «Esta obra de la redención humana y la perfecta glorificación de Dios la realizó Cristo principalmente por el misterio pascual de su bienaventurada pasión, resurrección y gloriosa ascensión» (SC 5).
 LA FECHA DE LA PASCUA
Constantino I, el emperador romano, convocó el Concilio de Nicea en el año 325. El Concilio decretó unánimemente que la fiesta de “Pascua” debería celebrarse por todo el mundo cristiano, en el primer domingo después de la luna llena que seguía al equinoccio de invierno; y eso si la luna llena ocurría en domingo, y de ese modo, coincidía con la fiesta de “Pascua” -Easter-. La “Pascua”, debía de ser conmemorada en el domingo siguiente. La coincidencia entre la fiesta de la “Pascua”, Easter, y la Pascua, PésaH, se evitó así.
El concilio de Nicea del año 325 determinó que ese domingo fuera el siguiente a la luna llena del equinocio de primavera (entre el 22 de marzo y el 25 de abril).
Fuentes: Peggy Jones, Jordi Rivero, mercaba.org y otras
 
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