sábado, 2 de junio de 2012

RECAPACITEMOS


Del como piensa una persona de la tercera edad, del como pensara y del como piensan algunos jóvenes

Del como piensa una persona de la Tercera Edad
Que pena es llegar a viejos.
Sin tener quien nos comprenda.
Los Hijos nos ven de lejos,
los nietos no nos recuerdan.
Y con las piernas a rastras,
y una terrible ceguera,
caminamos paso a paso,
arqueando las caderas.
Yo pido a la Providencia,
haber si de mi se acuerda.
Por que ya no puedo más,
con esta horrible cadena.
Los hijos ya no nos quieren.
Los nietos ya nos desprecian.
Sin pensar que poco a poco,
correrán la misma senda.
Nadie nos puede tener,
tienen la casa pequeña.
Pequeño es su corazón.
y maltrecha su conciencia.
Y si por nosotros preguntan,
ellos alegres contestan
llenos de satisfacción,
están en la Residencia.
Es nuestra segunda casa,
puesta por la Providencia.
En ella vivimos unidos,
en la alegría y la pena,
esperando una visita
de cariño que no llega.
Y si llega, llega tarde,
y el reloj parado queda.
Nos vamos para el otro mundo,
agotados por la pena. La recito una señora de Salamanca en una excursión,
Es duro pensar en esto pero es una realidad de la vida moderna
Autor Desconocido Publicado por felicidad en 12:10



Del como debemos pensar las personas de la Tercera Edad

NO ES VIEJO

No es viejo aquel que pierde su cabello o su última muela, sino su última esperanza. No es viejo, el que lleva en su corazón el amor siempre ardiente. No es viejo el que mantiene su fe en sí mismo, el que vive sanamente alegre, convencido de que para el corazón puro no hay edad. El cuerpo envejece, pero no la actividad creadora del espíritu.
Para el profano la ancianidad es invierno; para el sabio es la estación de la cosecha. El crepúsculo de la vida trae consigo su propia lámpara. Hay una primavera que no vuelve jamás y otra que es eterna; la primera es la juventud del cuerpo, la segunda es la juventud del alma.
Cuando una noble vida ha preparado la vejez, no es la decadencia lo que ésta recuerda: son los primeros destellos de la inmortalidad. Es estupendo ver un viejo que asume la segunda parte de su vida con tanto coraje e ilusión como la primera. Para ello tendrá que empezar por aceptar que el sol del atardecer es tan importante como el del amanecer y el mediodía, aunque su calor sea muy distinto.
El sol no se avergüenza de ponerse, no siente nostalgia de su brillo matutino, no piensa que las horas del día lo están echando del cielo. No se experimenta menos luminoso ni hermoso por comprobar que el ocaso se aproxima, no cree que su resolana sobre los edificios sea menos importante o necesaria. Cada hora tiene su gozo. El sol lo sabe y cumple hora a hora su tarea.
¡Ah... si todos los ancianos entendieran que su sonrisa sobre los hombres puede ser tan hermosa y fecunda como ese último rayo de sol antes de ponerse!
Autor Desconocido

Del como piensan algunos jóvenes

"Vio una mujer un anciano
muy arrugado y canoso,
no obstante lleno de gozo
y al parecer muy lozano
.Dijo ella: lo veo muy contento
y con gran serenidad
Digame usted su secreto
de llegar pleno a esa edad
Pues la cosa es muy sencilla
dijo el hombre solitario;
Me fumo tres cajetillas
de cigarrillos a diario
y cada semana inicio
con una caja de ron
Siempre he sido muy gloton
y jamas hago ejercicio
Como grasa de a monton
y no tengo sano juicio

Ella lo oyo con ahinco
y le pregunto su edad
Y el dijo con ansiedad
!Voy a cumplir veinticinco!