.Hay una historia popular acerca de “Sesshu”, un pintor japonés del siglo XIV, quien cuando niño disgustaba a su Abad al dibujar en vez de estudiar sus lecciones religiosas. Como castigo fue atado a un árbol para que meditara. Sin embargo, dibujó en la arena un ratón tan vívido con su dedo gordo del pié, que cobró vida, mordió la soga y lo liberó.
Muchos artistas occidentales han estudiado Sumi-E o han recibido su influencia. El trabajo de artistas tales como Toulouse Lautrec, Gaugin, Mary Cassett y Pierre Bonnard fueron influenciados por Sumi-E, sus trabajos expresan la vida interior de la materia del tema, la que está llena de individualidad y espíritu. Un trazo conduce sin esfuerzo al próximo, mostrando que el artista tiene total control de su mente y pincel.
Para mantener el espíritu de Sumi-E es importante no hacer esbozos, en cambio debe mantener la imagen en su mente, disfrutar su belleza y pintar la memoria de ella en el lenguaje Sumi-E, usando el espectro total desde el negro hasta el blanco. Eso es Sumi-E en su forma más elevada, por ejemplo recordar cómo se ve una abeja cuando se mueve de una flor a otra o un pájaro aleteando al capturar un insecto.
Arte sumi-e Alicia Viesca |
La historia japonesa fue registrada en rollos de papel con caligrafía y pinturas Sumi-E, lo que ayuda a los historiadores a ver la vida como era en el pasado. Los mapas marítimos también fueron hechos en Sumi-E. Se dice que son superiores a los mapas de hoy, según experimentado marinos. Sumi-E fue también usado para hacer las primeras películas con movimiento. La historia fue pintada e ilustrada en Sumi-E y un rollo que se habría horizontalmente era visto a través de una caja que ofrecía entretenimiento a los niños y a los pueblos de la periferia. Todo esto demuestra con seguridad que Sumi-E es en realidad el lenguaje del pueblo.